¡Maravillosa noticia! El MSC Grandiosa regresó al puerto de Génova luego de siete días después de salir de la capital de la provincia de Liguria (en el Norte de Italia), con más de 3 mil pasajeros.
MSC se convirtió en la primera gran línea de cruceros que zarpó en el Mediterráneo desde el cierre por la pandemia y en realizar un viaje posterior al confinamiento. Eso sí, se destacó por sus estrictos protocolos de salud y seguridad, que fueron evaluados por la industria mundial de cruceros.
Este regreso a los mares fue una maravillosa experiencia tras permanecer anclados por más de cinco meses por el coronavirus.
La naviera siguió impecables protocolos de salud y seguridad, y desde luego la aplicación de un test de COVID-19 antes del embarque. Los turistas aptos para viajar abordaron después de que su equipaje fue desinfectado, y en todo momento se siguieron las normas establecidas.
Como informó INVERTOUR con oportunidad, a todos los viajeros se les entregó una pulsera de ‘MSC for Me’ gratuita, la cual ayudó a realizar acciones sin contacto y con sana distancia, como abrir la cabina o hacer pagos.
Varios huéspedes embarcaron en Nápoles y Palermo. Otras escalas que los pasajeros hicieron fueron en los puertos de Civitavecchia y La Valeta, antes de volver a Génova.
“Completamos con éxito el recorrido del MSC Grandiosa, el primer barco en partir después del cierre. Registramos un gran nivel de satisfacción de de nuestros clientes, quienes mostraron aprecio por las actividades tradicionales a bordo y, en particular, por las acciones previstas en el riguroso protocolo de seguridad y salud adoptado por la empresa. La escrupulosa observación de las medidas previstas por las impecables reglas y normas ha permitido a los cruceristas percibir que se encontraban en un lugar seguro y protegido, y así pasar una semana de vacaciones plena de relajación y diversión”, dijo Leonardo Massa, director gerente de MSC Cruceros Italia.
Cabe destacar que MSC Grandiosa está clasificado como uno de los cinco barcos de recreación más grandes del mundo con una capacidad de más de 6 mil pasajeros. Esta vez, por la contingencia navegó con menos de la mitad de esa capacidad, pero se consagró como una luz al final del túnel, y ¡el regresó de las operaciones de crucero!
Luego del desembarque los huéspedes fueron sometidos a pruebas, como parte de las reglas de salud y seguridad de MSC, que incluye un control de temperatura, una revisión médica de un cuestionario de salud y una prueba con isótopos de antígeno COVID-19 para cada huésped. No hubo ningún problema, todos regresaron sanos y felices.